Los sintomas de la artrosis son muy variados, progresivos y aparecen dilatados en el tiempo.
Los síntomas más frecuentes son el dolor articular, la limitación de los movimientos, los crujidos y, en algunas ocasiones, el derrame articular. Además, algunas personas pueden presentar rigidez y deformidad articular.
El síntoma que más preocupa a las personas con artrosis y que hace más dificil el día a día es el dolor. En una primera fase, solamente se siente dolor cuando se mueve o se realiza un esfuerzo con la articulación. Pero cuando se permanece en reposo no hay ninguna presencia de dolor. Sin embargo en una segunda fase y con el agravamiento de la artrosis, el dolor aparezce tanto con el movimiento, como con el reposo.
Uno de los puntos buenos del dolor artrósico es que no siempre es constante, por lo que los pacientes pueden estar durante largos periodos de tiempo sin padecer dolor, lo cual no significa que la artrosis no siga su evolución.
Cuando el tobillo está severamente dañado por una artrosis puede ser sustituido por una prótesis de tobillo. Previamente se han seguido tratamientos conservadores o cirugías que preservan la articulación, pero cuando estos fallan, la única opción que queda es implantar una prótesis de tobillo.